viernes, 26 de enero de 2007

Mi primera noche en el Savoy

Lo cierto es que no recuerdo cuando conocí a Al, pero si recuerdo bien la primera noche que estuve en el Savoy.

Fue justo la noche que me dieron el diploma en alcohólicos anónimos por no tambalearme durante 1 año y 1 día. Decidí que acto tan significativo era merecedor de al menos una copa.

Cuando uno entra por primera vez en el Savoy cree sumergirse en una película de gansters de serie B, el ambiente esta tan cargado por el humo que no sabes si es más fácil cruzar el pasillo o echar abajo la columna. Aquellos tipos vestían de traje, nunca me habían gustado los tipos entrajetados, esa clase de tipos que no necesitan planchar los cuellos de las camisas porque la gomina que les sobra hace el trabajo.

Cometí el error de darle una oportunidad, y pedí una copa, lo siguiente que supe de alcohólicos anónimos es que habían puesto un anuncio de Fe de erratas en su boletín en el que aparecía mi nombre.

Lo cierto es que no recuerdo la noche que conocí a Al, pero si recuerdo bien la primera noche que presencie un tiroteo en el Savoy, Al me utilizó como escudo humano, fue una sensación distinta, era la primera vez en mi vida que servia para algo a parte de para dar mal ejemplo. Cuando terminó el tiroteo le estaba tan agradecido que le dije a Ernie: “Pon un Whisky doble a Al y para mi el doble”, pero Al le detuvo y me dijo: “Muchacho, nunca digo no a una copa, pero contigo voy a hacer una excepción, y primero iremos al hospital a que te quiten esa bala del brazo”.

Ese era Al, un tipo del que recuerdo que una noche Ernie me dijo: “Muchacho, conozco a Al desde antes que su primera esposa tuviera prefijo y aun no se nada de él. Sólo se que para cada problema que alguien le cuenta tiene una historia que contar.”

Yo le respondí: “Ernie, me temo que tienes razón, no sabes nada de Al.”

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Escrito por: El guaje


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3 comentarios:

n1mh dijo...

¡impresionante!

acabas de dejar el listón demasiado alto para que se me ocurra algo mediocremente ingenioso, un lunes por la mañana.

das miedo, guaje ;)

El guaje dijo...

Muito obrigado.

Lo cierto es que no es del todo correcto, es decir, yo dicté mi madre fue la que escribió ;-)

Anónimo dijo...

Siento decir que todavía no he leído Historias del Savoy, aunque desde hace años que guardo sus artículos. Veo que tiene un discípulo aventajado, lo cual merece todo mi respeto y admiración, sin más, un saludo.